"El ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona." ARISTÓTELES (384 - 322 a.C.)

sábado, 8 de septiembre de 2012

NIKOLA TESLA: "EL PRESENTE ES VUESTRO, PERO EL FUTURO ES MÍO" (II)

Su persona.


Nikola Tesla fue hombre de gran inteligencia y memoria, cualidades que él atribuía a su madre, quien solía inventar aparatos que le servían en las tareas domésticas y poseía una memoria prodigiosa. Algunas fuentes señalan que Tesla estaba dotado de una memoria fotográfica, lo cual le permitía memorizar libros enteros. Gracias a ello aprendió varios idiomas que le permitieron tener acceso temprano a libros en otras lenguas. 


Asimismo a menudo demostraba una gran capacidad de visualización, podía imaginar en su mente cualquier invención, con todas sus piezas y detalles, y descubrir cómo iba a funcionar sin haberlo llevado al papel. Esta cualidad le convertía en un genio de las matemáticas, capaz de resolver cualquier problema sin necesidad de pizarra o papel, viendo el desarrollo de todos los pasos en su mente. Una enfermedad de la infancia le provocaba alucionaciones que a menudo acompañaban a una idea sobre la que estuviese dando vueltas, entregándole a veces la solución buscada. 


Con un padre sacerdote y una madre intelectualmente muy dotada, Tesla aprendió a comportarse con una esmerada educación, que mostraba en todas sus relaciones sociales. Cuidaba su aspecto, su aseo y sus ropas incluso en los momentos de mayores dificultades, y siempre se mostraba digno y formal dando una imagen de respetabilidad y decoro.


A lo largo de su juventud pasó por varios períodos de enfermedad que le debilitaron. Su temprana pasión por la lectura llevó a su familia en ocasiones a temer por su salud. Durante su etapa universitaria contrajo la malaria, enfermedad que le debilitaba por temporadas, y posteriormente el cólera (cuando fue llamado al Ejército), al que sobrevivió después de una larga convalecencia. Por si fuera poco, su intensa dedicación a sus estudios, inventos y trabajo le obligó en varias ocasiones de su vida a dejar sus actividades para poderse recuperar. Era un trabajador incansable capaz de estar 80 horas sin pegar ojo si era necesario, y a menudo le bastaba con dormir un par de horas al día. «No hay emoción más intensa para un inventor que ver una de sus creaciones funcionando –decía–. Esa emoción hace que uno se olvide de comer, de dormir, de todo». 

Entregado en cuerpo y alma a sus inventos, Tesla descuidó a menudo el aspecto económico de sus empresas, lo cual le llevó finalmente a la bancarrota. Y eso a pesar de la gran cantidad de desarrollos y aparatos que patentó. Quizá el dinero para él sólo era un medio para construir sus  invenciones, y no un fin en sí mismo.

Por otra parte, Tesla exigía el reconocimiento de su esfuerzo y sus logros, como era justo. Cuando Edison le negó los 50.000 dólares prometidos e incluso se negó a subirle el sueldo de 18 dólares a 25, abandonó indignado la empresa, decepcionado con el inventor americano, a quien hasta entonces había respetado y admirado.  Desde entonces la relación entre ambos estuvo marcada por la rivalidad. Edison, sin formación académica y empeñado en un modelo eléctrico de corriente continua sin posibilidades, no podía ver al joven y brillante Tesla, de esmerada educación y brillante inteligencia, sino como un rival, una amenaza para su fama y sus empresas. Además, patentó como propios varios diseños que Tesla llevó a cabo mientras trabajaba para él. Con el tiempo y la demostración práctica, el modelo de corriente alterna de Tesla se impuso, y Edison quedó relegado. Sin embargo, el americano poseía la suficiente riqueza y poder como para lograr que su bombilla de filamento le hiciese pasar a la posteridad con mayor intensidad que a Tesla todos sus inventos técnicos. Además, Tesla declaró inocentemente en algún momento haber recibido emisiones inteligentes del espacio en sus experimentos, hecho que la prensa magnificó hasta crear el clásico estereotipo de inventor loco que todos conocemos.  

Tesla no fue el sabio loco aislado de las películas. Mantuvo muy buenas relaciones sociales con personajes importantes de su época. Trabó amistad con Robert Underwood Johnson, editor del Century Magazine, para quien tradujo poemas serbios. Conoció a Swami Vivekananda, introductor de la filosofía yoga y védica en occidente. Samuel Clemens, conocido como Mark Twain, también fue un gran amigo suyo. Y ya hemos mencionado a Hugo Gernsback, el editor que permitió dar sus primeros pasos en la literatura de ciencia-ficción a una generación de autores de la talla de Isaac Asimov. 

Buena parte de sus últimos años los vivió dedicado por entero al proceso judicial que mantenía con Guglielmo Marconi por la invención de la radio. Tesla se anticipó en 15 años al invento del italiano por lo que el Tribunal Supremo de Estados Unidos finalmente le reconoció como su legítimo inventor, aunque por desgracia la noticia no llegó a la opinión pública, que durante todo el siglo XX continuó considerando a Marconi como padre de la radio.

Se dice que en 1915 la agencia de noticias Reuters informó que Tesla y Edison compartirían el Premio Nobel de Física aquel año. Es una noticia falsa, eso nunca sucedió, sólo se trata de un mito de la época. Sabemos que el Nobel de ese año lo recibieron los físicos W.H. Bragg y su hijo W. L. Bragg. Además, Tesla recibió la Medalla Edison en 1916, otorgada por la AIEE, el equivalente al Nobel para los ingenieros. A lo largo de su vida Tesla recibió 13 doctorados Honoris Causa, el primero de ellos en 1894 de la Universidad de Columbia. 



Hoy en día el aeropuerto de Belgrado lleva su nombre. En la misma ciudad se puede visitar el Museo Tesla, dedicado a su vida e inventos. Además, una iniciativa en internet promovida por Matthew Inman ha obtenido la financiación suficiente para salvar la torre Wardenclyffe y el laboratorio de Tesla en Soreham, Nueva York, evitando que sean convertidos en un centro comercial. 70 años después de su muerte, el genial inventor padre de nuestros sistemas eléctricos, está alcanzando por fin el reconocimiento que no tuvo en vida.











No hay comentarios:

Publicar un comentario